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Child with a wooden tank

Cómo hablar con los niños sobre la guerra

Feb 26, 2022

Estamos viviendo momentos difíciles debido a la invasión de Rusia en Ucrania y vemos imágenes, videos y relatos sobre lo que está sucediendo en Europa. Los niños y adolescentes pueden preocuparse y asustarse cuando observan que personas inocentes son víctimas en la guerra. Ver las explosiones, las armas, los gritos de los niños, las imágenes de los que buscan refugio y muchas otras vivencias de los que están en medio del conflicto puede resultar en trauma indirecto para los niños, lo cual debemos evitar. Los padres, maestros y todos los adultos podemos hacer lo posible para darles a los niños y adolescentes un sentir de seguridad y protección, ayudándolos a identificar sus emociones para lograr resiliencia y fortaleza. 

  • Mantenga la calma y dígale a los niños que está haciendo todo lo posible por protegerlos y proveerles un ambiente seguro.
  • Los niños tienen diferentes emociones según su propia experiencia. Reconozca y valide sus pensamientos, sentimientos y reacciones a los eventos sin juzgarlos por lo que expresan.
  • Dependiendo de la edad, algunos niños pueden pensar que los eventos son personales y les afectará a ellos, a su familia y a sus amigos. Tranquilícelos dando información objetiva y apropiada para su desarrollo utilizando conceptos que los niños entiendan.
  • Algunos niños no tienen costumbre de comunicar los miedos y temores que sienten o no tienen el lenguaje apropiado por su edad. Utilice medios de expresión alternativas como dibujos, juguetes o escribir historias y poemas.
  • Los adultos modelan el comportamiento que los niños pueden tener. No es correcto hacer comentarios negativos acerca de las personas y puede utilizar la oportunidad para enseñar tolerancia sin prejuicios, evitando estereotipar a otros debido a su raza, nacionalidad o religión. No fomente ni acepte burlas o “bullying” en ningún momento.
  • Los adultos también tienen temor, ansiedad y preocupación. Sea honesto con sus propias emociones y comparta cómo se siente, pero no cargue a los niños con sus preocupaciones. Utilice el momento para decirles que está bien estar preocupado cuando existe una tragedia de esta magnitud y enséñeles a verbalizar sus emociones mientras comparte con ellos empatía y compasión.
  • Cuide mucho su fuente de información y asegúrese que los niños y adultos no sean expuestos a desinformación. Limítese a compartir los hechos y no especule sobre lo sucedido o lo que puede suceder. Evite hablar con otros adultos sobre el tema si los niños los están escuchando y evite que los niños sean expuestos excesivamente a los sucesos, especialmente en redes sociales y lugares donde la información puede no ser apropiada para los niños o pueda estar manipulada. Evite compartir información si no conoce si la fuente es confiable y veraz.
  • Mantenga una rutina normal y predecible, pero permita flexibilidad, dándole a los niños la oportunidad de expresarse y hablar de los hechos cuando lo necesiten. Deles tiempo a los niños para hacer preguntas y tenga respuestas honestas pero apropiadas para su edad.
  • Los niños pueden sentir normalidad estando en la escuela con sus amigos y está bien dejarlos jugar si no quieren hablar sobre los eventos. Coordine la información entre su hogar y la escuela para asegurarse que los maestros sepan si los niños expresan temores en casa y los padres sepan si lo niños expresan temores en la escuela.
  • Observe el estado emocional y el comportamiento de los niños. Los cambios repentinos en el sueño, el apetito, la falta de concentración, estar muy pegado a los adultos, los comportamientos regresivos que tenían en edades más tempranas (como chuparse los dedos), los dolores musculares y otras manifestaciones psicosomáticas pueden ser signos de algún problema emocional. Observe en especial a los niños que hayan tenido experiencia traumática previa o que tienen necesidades especiales, ya que ellos pueden ser más vulnerables. Es recomendable que los niños que muestran mayor nivel de estrés acerca de la guerra sean evaluados por un profesional de salud mental. Contacte al psicólogo escolar, consejero escolar, o un psicólogo en la comunidad que se especialice en niños y adolescentes y que los pueda ayudar.
  • Algunos niños y adolescentes pueden sentir la necesidad de ayudar a las víctimas y los adultos pueden supervisar actividades que puedan realizar, como hacer dibujos o escribir cartas a los afectados, participar en eventos humanitarios para recaudar fondos, u organizar actividades grupales donde los niños y adolescentes puedan compartir su sentir pacíficamente, sintiendo que sus emociones son validadas y que son parte de la solución al problema que enfrentan.
  • Mantenga su propio nivel de estrés monitoreado y al igual que los niños, duerma lo suficiente, coma saludable y haga ejercicio. Todos podemos sentir ansiedad, dolor y enojo cuando vemos injusticias durante una guerra porque somos seres humanos quienes queremos lo mejor para nuestro prójimo. Hable con sus familiares cercanos, los líderes en su fe, o si fuera necesario, busque ayuda profesional con un psicólogo o psicóloga que lo pueda ayudar. Si usted se mantiene con fortaleza emocional, puede ayudar mejor a los niños y adolescentes durante momentos difíciles. 

Las guerras son difíciles de aceptar porque existe mucho sacrificio humano por causas que son evitables. La mayoría de los niños, adolescentes y adultos tienen resiliencia a pesar de vivir momentos traumáticos. Como adultos tenemos la capacidad de crear un ambiente de apoyo para los niños y adolescentes, y así minimizar los efectos a largo plazo del trauma directo o indirecto. Hagamos lo posible por proteger la salud emocional y pidamos la paz mundial por un mundo mejor.

Para más información de cómo ayudar a los niños, acuda a la página de la Asociación Nacional de Psicólogos Escolares en Estados Unidos.